Información Extra
Gatos que pierden la fe, perros con aires de grandeza, ratas en Usera, terapeutas de barrio, cevicherías, sushi, un Taco Bell de camino a casa en la línea 6 y flechazos de amor en el trayecto de la mañana. El sueño del éxito en la capital: artistas de provincia que retratan en el Retiro y profesores de arte con amor vacui hacia su propio cuerpo, cruising en el Corte Inglés y eventos privados con gin tonics imposibles. El sueño de la independencia nos llevó a buhardillas chiquiticas en el centro, peleas en el rellano, hacer running con amistades ligeras y no querer ascender en el trabajo. Jazz en salas de conciertos con público selecto, arroz fullero al volver a casa, Tinder, Papá Noel harto de youtubers, dos lechones, androides contra las cotorras en la Casa de Campo, conductoras de VTC en turno de noche, y otros muchos personajes para quienes Madrid solo les dejó una frase motivacional en un sobre de azúcar. Davo Castellano nos propone veintidós relatos ácidos, desconcertantes y tremendamente divertidos, en una Madrid que a veces se presenta imposible y, otras, sorprendentemente real. Davo Castellano nos propone veintidós relatos ácidos, desconcertantes y tremendamente divertidos, en una Madrid que a veces se presenta imposible y, otras, sorprendentemente real. Davo Castellano (Estepa, Ciudad de la Navidad, 1995) tenía dos objetivos vitales: dejar de ser becario antes de los 26 (le caducaba el bono joven de Metro Madrid) y tener su primer libro de relatos antes de 2025 (para aferrarlo cual bote salvavidas durante la crisis de los 30). Después de una carrera y máster en publicidad y escribir bastante, parece que se ha salido con la suya en ambas cosas. Como sucesos destacables, se encontró al cantante de Foo Fighters en Nueva York y (otro día) fue a la Ruleta de la Suerte. Dijo la «s» de serranito.