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LEJOS DE EGIPTO
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Categorías:
- Narrativa
- Narrativa Norteamericana
- Autoficción
De Aciman, André. Editado por ASTEROIDE. Si deseas comprarlo su precio es 22,95€.
Por el autor de Llámame por tu nombre, unas inolvidables memorias familiares donde renace el esplendor de un mundo desaparecido.
En Lejos de Egipto, André Aciman rememora su infancia en la espléndida y multicultural Alejandría y las peripecias de su excéntrica familia, judíos sefarditas con raíces turcas e italianas, desde su llegada a la ciudad a principios de siglo hasta su expulsión en la década de los sesenta, cuando el autor era adolescente. Un clan compuesto por figuras tan carismáticas como inclasificables: el tío Vili, exsoldado fanfarrón, fascista italiano y espía británico; las dos abuelas, «la santa» y «la princesa», capaces de chismorrear en seis idiomas, incluido el ladino; la madre, Gigi, una mujer sorda de armas tomar; o la tía Flora, refugiada alemana que no cesa de recordar que los judíos perderán cuanto poseen «al menos dos veces en la vida».
Cómicas y exquisitas, con delicados ecos proustianos, estas hermosas memorias, construidas a la manera de las grandes sagas familiares, consiguen envolver al lector con una historia y unos protagonistas inolvidables. Lejos de Egipto, el libro más querido de su autor y seguramente el más emblemático, es una vívida y melancólica evocación de la infancia como paraíso perdido, y de los perfumes y melodías de un luminoso mundo que el lector tampoco querrá abandonar.
«Fascinante en cada una de sus páginas y capítulos (…) Unas memorias realmente deliciosas, llenas de comicidad, emoción y hechos extravagantes y geniales.» Mercedes Monmany (ABC Cultural)
«Es divertido definir "Lejos de Egipto": un poco de "Bella del señor", un poco de "El cuarteto de Alejandría", un poco de Woody Allen, un poco de Marcel Proust, un poco de Isaac Bashevis Singer... (…) Una memoria íntima de un momento histórico.» Luis Alemany (El Mundo)
«Unas memorias que entretienen tanto o más que una obra de ficción. (…) El autor vuelve a demostrar que es un maestro de la sensualidad y los detalles exquisitos, en esta ocasión añadiendo una inolvidable alegría de vivir.» Sagrario Fernández-Prieto (La Razón)
«Aciman vuelve a enamorarnos, esta vez de su perdido Egipto (…) un ejercicio de recuerdo y nostalgia radiante (…) El detalle de las descripciones de Aciman hacen que sus recuerdos sobre las calles, los comercios, los olores y la luz de Ibrahimiya, Mandara o La Corniche sean palpables.» Mila Méndez (La Voz de Galicia)
«Aciman es tan buen escritor, tiene un ojo tan certero para los detalles y su sentido de la psicología parece tan elevado que siempre estamos dispuestos a creer lo que cuenta con fina ironía. Por la novela desfila una galería de personajes, vívidamente dibujados. (…) La naturaleza de la vida en Alejandría está maravillosamente escenificada.» Luis M. Alonso (La Nueva España)
«Una lectura más que recomendable, sobresaliente.» María-José Furió (Mercurio)
«Aciman logra capturar de forma exquisita el ritmo cotidiano y los rituales de su familia: las salidas semanales al cine, las excursiones diarias a la playa, las pequeñas rencillas sobre cualquier cosa, desde la religión al dinero o a la pronunciación de las palabras. Hay escenas magníficamente vívidas, tan extrañas y maravillosas como en García Márquez, tan cómicas y sorprendentes como en Chéjov.» Michiko Kakutani (The New York Times)
«El pasado capturado de nuevo en estas elegantes memorias de Aciman está lleno de perfume de pepino y melodías de Schubert, queso parmesano y el traqueteo de las fichas de backgammon: todos los olores y sonidos de la Alejandría que conoció antes de irse.» The New Republic
«Bellamente recordado y aún más bellamente escrito.» Los Angeles Times Book Review
«El gran logro de Aciman es haber recreado un mundo desaparecido para siempre y habernos ofrecido un retrato irónico y afectuoso de quienes tuvieron que exiliarse de él.» Barry Unsworth (The New York Times Book Review)
«Puede que Aciman se haya ido de Egipto, pero, como deja claro en este evocador e imaginativo libro, nunca lo ha abandonado, ni este tampoco a él.» Jonathan Yardley (The Washington Post)